El viaje imposible. En México con Roberto Bolaño

La historia sobre cómo ha llegado a mis manos este libro es una de esas historias de libros que tanto me gustan.

Ayer fue un día particularmente desconcertante. Tanto que la resaca de los acontecimientos me ha llenado la noche de pesadillas barrocas con teatros del SXVII donde todo era exceso de comida, bebida y sexo; yo quería participar y no terminaba de encajar. No hace falta ser Freud. Según se van moviendo algunas piezas laborales, parece ser que peligra lo que deseo y para lo que he trabajado a fondo todos estos años. La cuestión me tiene bastante contrariada y puede arruinar algunas excelentes relaciones laborales, además de dejarme al frente de un montón de trabajo extra por el que no recibiré ninguna recompensa extra… Estoy ofuscada.

Por la noche vino mi hermana a casa. Tenía cara de expectación y llevaba un libro del revés en las manos. Ella es impresora de profesión y se había acercado a una empresa de encuadernación para investigar sobre unos modelos de tapa dura para libros. El encuadernador le señaló un almacén desordenado y le dijo: ahí tienes unos cuantos, mira cuál te gusta. Entre los montones desordenados y abandonados no acababa de encontrar lo que quería. El encuadernador le dijo: mira éste, quedó especialmente bien. Era una tapa dura preciosa, con una fotografía a sangre de un desierto mexicano. Cuando cubrió la tapa con la cubierta comercial y apareció el título del libro le dijo al encuadernador: ostras, pero ¿sabes que mi hermana está haciendo la tesis sobre este autor? El encuadernador sonrió y le dijo: anda, llévatelo.

El viaje imposible. En México con Roberto Bolaño se imprimió en Zaragoza en 2010. Mi cara de sorpresa y felicidad cuando le di la vuelta al libro borró el mal sabor del día de ayer. Pensaba que sería un ejemplar descatalogado, pero hoy he visto que sigue a la venta en algunas librerías on-line. Da igual, el modo en el que ha llegado a mis manos me reconforta.

No soy supersticiosa, ni creo en las señales, ni en el destino. 
Ni en nada, la verdad. 
Por eso mismo las casualidades felices que tienen que ver con las cosas que me interesan me dan un chute vital. Aquí dejo algunas de estas preciosas fotos que ilustran el mapa literario del México bolañano: