Mo cuishle

Leí Ruido de fondo, de Don Delillo, este verano. Su candidez me emocionó. 

Escrita en los 80, se enmarca en ese clima apocalíptico tan propio de aquellos años: la amenaza nuclear y el miedo atávico al desarrollo tecnológico. 

Jack Gladney vive con su cuarta mujer y varios hijos de anteriores matrimonios. Forman una familia deslavazada que, inmersa en su propia extrañeza, genera su propio ruido de fondo. 

Cuando tienen que abandonar la vida que conocen escapando de una nube tóxica, se manifiesta ese ruido de tribu reconstituida como asidero existencial. Para el protagonista, todo lo que parecían ser estridencias familiares en el contexto del mundo normalizado, se transforman en algo esencial cuando ese mundo se viene abajo.

Desaparecidas la electricidad, las tarjetas de crédito, la televisión y los teléfonos, sólo importan unas pocas personas. Mo cuishle, mi sangre.

(Después de ver Million Dollar Baby, de Clint Eastwood)