Antiguas bitácoras (o qué cojones nos ha pasado).

Entre otras cosas, llevo dos horas leyendo los blogs que leía cuando comencé los míos, allá por el 2005.
Soy consciente de lo mucho que he cambiado, de cómo en estos años me he ido oscureciendo, impostando, encriptando (estos malditos gerundios).

Cuando comencé no me daba cuenta de que buscaba respuestas, ni siquiera sabía que había preguntas latentes. Todo estaba bien, era divertido.

Después de seis años, todos los blogs que yo leía o han cerrado o están a punto de hacerlo. No es que ya no tengan nada que decir, qué va, es que también se han oscurecido y para poder permanecer ocultos se han trasladado a otros sitios donde es posible ser quien somos de verdad.

No sé que pasa cuando envejeces, todo se nos revela infinitamente más claro y es entonces cuando todo tiene que volverse infinitamente más oscuro.

Comentarios

Flag Counter

Entradas populares