Los enamoramientos, Javier Marías.

La novela es muy mala.

De ella se deducen algunas cosas: que Javier Marías se aburre mucho últimamente, que Javier Marías no tiene ni idea de qué piensa y siente una mujer: su narradora es el personaje menos creíble que he leído en mucho tiempo; que Javier Marías utiliza dos o tres motivos de obras de Balzac, Shakespeare o Dumas para montar un artefacto literario pretencioso que no está a la altura de tan petulante título.
Que no tiene ni idea de qué es enamorarse.

Estilísticamente es plana, monótona, como su personaje Díaz-Varela, simplemente discursea.
Más que una novela parece un ensamblaje de artículos de suplemento dominical: abusa de la impersonalidad sintáctica y de la pasiva refleja y está llena de digresiones y reflexiones simplistas, llena de tópicos sociales.

Yo creo que Marías es consciente de ello porque el único misterio de la novela, por llamarlo de algún modo, se desvela muy tontamente y a Marías se le escapa la siguiente reflexión:


Despellejada, aquí.

Comentarios

  1. Das en el clavo, Martina.
    Marías es un excelente escritor de artículos para los lectores de El País que todavía no se han pasado a El Mundo o ABC. Como novelista es... menor. Como él, que sabe tanto de todo, muy bien sabe :-)

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  2. ¿Verdad?
    Muchas gracias por el comentario :-)

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