Ser amada.

Ha coincidido el momento en el que he terminado de leer El tiempo de las mujeres, de Ignacio Martínez de Pisón, y Exhumación, de Luna Miguel y Antonio J. Rodríguez, con un capítulo de la temporada 3 de Californication.

La crítica dice del primero que es la consagración definitiva del autor. Mentira. Martínez de Pisón es un excelente escritor desde que yo recuerdo, cuando sacaba de la biblioteca de mi instituto su Alguien te observa en secreto o Antofagasta. Sus novelas siempre discurren por un universo intimista, algo convencional, pero siempre tierno y acertado, su novela Carreteras Secundarias (y su buena adaptación cinematográfica) es una buena muestra de ello. Por eso no he entendido muy bien el enfoque de esta última novela. O sí lo he entendido muy bien. Las protagonistas son tres mujeres y quizás el autor ha querido darnos una visión realista o liberadora de estereotipos sobre la mujer. Estas tres féminas van por la vida follando y chupando pollas, dejándose sodomizar y embarazar sin que les apetezca demasiado, todo supuestamente para sentirse amadas o libres. Buf. ¿Esto es la liberación de la mujer? No me parece una crítica velada del autor, creo que de verdad ha querido representar que las mujeres somos tan libres como los hombres para el sexo y la ocultación, el adulterio o los secretos inconfesables (cosa harto evidente), pero ese regustillo de "lo hacemos para ser amadas de algún modo" me ha irritado bastante.

Por otra parte, Exhumación se presenta como una novela. Mentira. No es una novela, en realidad es un poema en prosa maravilloso, que fabula sobre el amor, sobre filosofía profunda, sobre el destino y la libertad de comprometerte con alguien porque lo que verdaderamente importa es ser amada. Ser amada. Quizás este punto de vista es el más acertado, el más cercano a mí.

Y finalmente, Hank Moody en Californication dice follarse a todas mujeres que hay a su alcance porque "quiere hacerles ver lo que cada una de ellas tiene de especial, lo que pasa es que luego se le escapa de las manos", joder con el paternalismo sexual del tío este. Ellos repartiendo migajas y nosotras agradecidas de recibirlas. Me cansa.

Si esto es ser amada, yo me bajo.

Comentarios

  1. Aún recuerdo cuando Martínez de Pisón no era Dios (merecidamente, por cierto: es un GRANDÍSIMO escritor), cuando sus palabras no determinaban los conciliábulos de la Intelligentzia al uso, cuando era un chaval que había publicado en Anagrama 'Alguien te observa en secreto' (vaya pedazo de título: todavía sigo con la idea de una canción que empecé a escribir con base en él), hermano de dos amigos míos (uno, un batería excelente, el otro un guitarra de jazz excelente). Eran otros tiempos, aunque lo cierto es que su obra completa desapareció de casa en manos de una amiga que no me los devolvió jamás, enamorada como quedo de cada uno de esos libros definitivos.
    Joder, qué bien escribe el muy joío, que por cierto fue tio la semana pasada de un guapo y rollizo mozuelo que atiende por Francho...

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  2. Y por cierto, si quieres criticar por algo a Hank Moody, Reina, hazlo por lo esencial: uno no conduce un Porsche 911 cabrio con un faro jodido. Es éticamente inadmisible. XD. Hans dixit MMX

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  3. De acuerdo en todo sobre Martínez de Pisón, el cuento que daba título a "Alguien te observa en secreto" era perfecto y muy de los 90´s.
    Y si algo no perdono es que se me queden con un libro ;), yo también los tengo (casi) todos.
    Y soy fan total de Hank, excepto en ese capítulo en el que comienza a justificarse de esa manera... Y qué me dices de ese cuero rasgado de los asientos del Porche uffff XD

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