Madrugada de verano
Hacía años que no paseaba por el casco viejo de Zaragoza de madrugada. Voy a dormir a un piso del Gancho con mi mochila a la espalda y mi música (por fin) en mis auriculares.
Es muy raro ser madre, sentir que perteneces por completo a 23 kg y 1,27 cm de carne y también querer ser una mujer sola que pasea por el Gancho escuchando a Jero Romero a las 5 de la mañana, feliz de sentirse sola.
Todo es muy raro, lleno de luces y sombras.
"No puedo dar luz sin dar sombra", en realidad nadie que dé verdaderamente luz puede. Entiéndelo.
Es muy raro ser madre, sentir que perteneces por completo a 23 kg y 1,27 cm de carne y también querer ser una mujer sola que pasea por el Gancho escuchando a Jero Romero a las 5 de la mañana, feliz de sentirse sola.
Todo es muy raro, lleno de luces y sombras.
"No puedo dar luz sin dar sombra", en realidad nadie que dé verdaderamente luz puede. Entiéndelo.
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