La invención del amor, de José Ovejero

Es una novela muy mala.
La trama se construye sobre una historia con graves problemas de verosimilitud: el protagonista recibe una llamada de pésame por la muerte de su amante; amante que en realidad es la de su vecino de arriba, que también se llama Samuel, como él. Decide pasarse por él.
Bravo. Más forzado, imposible. A tomar por el culo la única ley que hace que una ficción se sostenga como tal: que resulte creíble.

Desde ahí se despliegan un montón de tópicos sobre cuarentones acabados dentro del orden social y sentimental burgués. Tímidas referencias a la posibilidad de que exista algo que no tenga que ver con la monogamia -apenas una línea- y vuelta a la trama truculenta de cuernos y decepciones de la madurez.
Yo la verdad es que me aburro mucho. La verdad es que me dan ganas de gritar y hacer una hoguera con tanto monumento funerario sobre nuestras viditas.

Lo peor de todo es que José Ovejero escribe bastante bien.